
El Jerbo PIGMEO EGIPCIO, también conocido como ratón de las pirámides o jáculus menor. Esta especie de roedor es originaria de Oriente medio y norte de África.
Este pequeño roedor es sin duda una verdadera muestra de evolución y adaptación al entorno. Su nombre científico es Jaculus jaculus y fue clasificado por el científico sueco Carlos Linneo en el año 1758.
Descripción y peculiaridades del jerbo pigmeo o egipcio
Su apariencia es productos de la evolución en un territorio inhóspito, árido y desértico. Su cuerpo mide entre 10 y 12 centímetro a los que hay que añadir una larga y delgada cola de más de 20 centímetros.
Posee unas patas muy largas que les permiten moverse mediante saltos, limitando así el contacto directo con la arena ardiente del desierto. Sus grandes orejas les ayudan a radiar el calor corporal y así refrigerar su flujo sanguíneo y bajar la temperatura de su cuerpo.
El jerbo pigmeo o jerbo de Egipto está provisto de unos grandes ojos negros que le permiten ver a la perfección por la noche. Su pelaje es amarillento lo que le permite camuflarse y pasar desapercibido en entornos desérticos y llenos de arena y tierra amarillenta.
Su metabolismo se somete a un ritmo diurno de latencia fisiológica. Esto significa que sus funciones corporales (respiración y circulación de la sangre) se ralentizan drásticamente. Esto le permite sobrevivir en un dieta de bajo valor nutritivo y a la hipotermia por las frías noches.
Comportamiento y carácter
A diferencia de otras especies, el jerbo pigmeo es un animal solitario y que raramente sale de día. La mayor parte del día se esconde en sus madrigueras. Es inquieto y de naturaleza asustadiza debido a que tienen muchísimo depredadores como pueden ser aves de rapiña, halcón, la cobra y el fenec o zorro del desierto.,
En estado salvaje apenas beben agua, ya que en el habitat desértica donde se encuentran no abunda. La humedad y agua que necesitan para vivir la adquieren de raíces, pequeñas hojas y granos.