
El ratón de laboratorio es un pequeño mamífero que pertenece al orden de los roedores, el cual es criado y utilizado para la investigación científica. Los ratones de laboratorio son generalmente de la especie “Mus musculus”, nombre científico del ratón casero, ratón común o ratón doméstico. Estos ratones son utilizados para investigaciones de genética, psicología, medicina, así como otras disciplinas científicas.
Este tipo de ratones generalmente viven en estrecha asociación con los humanos, en casas, graneros y otras construcciones. También suelen ocupar campos de cultivos, así como áreas boscosas, aunque rara vez se alejan de los edificios.
Algunos de estos ratones pasan el verano en los campos, mudándose a los graneros y casas con el comienzo de la temporada invernal. El ratón de laboratorio tiene una longitud de entre 65 a 95 cm, desde la punta de su nariz al final de su cuerpo.
La cola del ratón de laboratorio mide entre 60 a 105 cm de largo, en tanto que su pelaje varía de un color marrón claro a negro y por lo general tienen vientres blancos y esponjosos. En la actualidad se han desarrollado muchas formas domesticas de ratones de laboratorio que varían de color blanco al negro e incluso con manchas.
Ratón de laboratorio – Cuidados
Se llaman ratones de laboratorio, precisamente porque se encuentran en un laboratorio, donde lo común es que en ellos se realicen distintas pruebas con fines de investigación, como los ya mencionados. En esos casos reciben cuidados especiales que pueden variar en cuanto a los cuidados que se deben tener cuando se les tiene como mascota.
Por lo tanto, los cuidados que debes tener con el ratón de laboratorio son los mismos que requiere cualquier otra especie de ratón. Además de proporcionarles alimentos y agua, también debes asegurarte de que tengan un lugar adecuado para habitar.
Igualmente debes estar consciente de los principales depredadores del ratón de laboratorio, que entre otros incluyen, los gatos domésticos, las comadrejas, los hurones, mangostas, serpientes, búhos, halcones, incluso lagartijas grandes.
También debes tener en cuenta que este tipo de ratones tienden a construir madrigueras subterráneas que consisten en complejas redes de túneles, así como varias cámaras para anidad y almacenar alimentos.
Por lo general, estos ratones son nocturnos, aunque algunos son más activos durante el día cuando se tienen como mascotas. Se sabe que son excelentes corredores y saltadores, incluso nadan muy bien, son territoriales y coloniales.
Alimentación del ratón de laboratorio
En la naturaleza los ratones de laboratorio comen muchos tipos de materia vegetal, incluyendo semillas, hojas y tallos, así como raíces carnosas. También se pueden alimentar de larvas de escarabajo, cucarachas y orugas, además de carne, si está disponible.
Un ratón casero puede comer prácticamente cualquier alimento humano al que tengan acceso, incluyendo aquellos que no son recomendables, como el jabón o el pegamento. Eso sí, al igual que otras especies de ratones, el ratón de laboratorio también tiende a almacenar los alimentos.
Debes saber que estos ratones requieren de carbohidratos, principalmente semillas, avena, mijo, pan duro, además de proteínas, que pueden obtener de pienso para gato, queso, huevo cocido, yogur sin azúcar. También les puedes dar comida fresca como frutas y verduras, incluyendo brócoli, calabacín, manzana, tomate, fresas, pimientos, etc.
Jaula recomendada para esta especie
Con respecto a la jaula para ratón de laboratorio más adecuada, lo ideal es optar por un acuario o terrario. Las jaulas normales presentan el inconveniente de que los ratones se pueden escapar entre los barrotes fácilmente, por lo cual es mejor usar un acuario que tenga la parte superior para ventilar, preferiblemente con no más de 30 cm de altura.
En el acuario hay que colocar un bebedero, además de un comedero y también una casita para que los ratones puedan descansar. También se les puede colocar juguetes como tubos y ruedas, las cuales tienen que ser lo suficientemente grandes como para que no encorven su espalda.
Enfermedades más comunes
Al igual que con la mayoría de las especies de ratones, las enfermedades más comunes del ratón de laboratorio, son las mismas que las de otros ratones. Esto quiere decir que pueden presentar falta de apetito, diarrea, letargo, pérdida de peso, crecimiento de dientes excesivo, así como pérdida de peso.
Si cualquiera de estos síntomas se presenta, es importante llevar al ratón con el veterinario para evitar cualquier problema de salud.
Crías
Es importante mencionar que los ratones de laboratorio tienen un sistema de reproducción poligínico, además se sabe que tienen un gran potencial reproductivo. Su ciclo de reproducción se extiende durante todo el año, aunque en la naturaleza pueden tener una temporada reproductiva solo de abril a septiembre.
El ciclo reproductivo de estos ratones dura de 4 a 6 días, mientras que el período de celo dura menos de un día. Las hembras experimentan un período de celo 12 a 18 horas después de dar a luz. Por lo general tienen de 5 a 10 camadas por año, cuando las condiciones son las adecuadas, aunque se han registrado incluso hasta 14 camadas.
Por su parte, el período de gestación tiene una duración de entre 19 a 21 días, aunque puede extenderse en caso de que la hembra se encuentra lactando. Las crías nacen ciegas y sin pelo; abren los ojos luego de 14 días y se destetan a las 3 semanas, alcanzando su madurez sexual entre 5 a 7 semanas después de nacer.
¿Cuánto vive un ratón de laboratorio?
En su hábitat natural, un ratón de laboratorio no suele vivir más allá de los 12 a 18 meses, pero si tienes un ratón de laboratorio como mascota, su promedio de vida es de aproximadamente 2 años.
¿El ratón de laboratorio muerde?
Como todas las otras especies de ratones, el ratón de laboratorio también puede morder cuando se siente amenazado, temeroso o no se manipula correctamente. Hemos mencionado en varias ocasiones que cuando se manipula un ratón, esto debe hacerse con las manos limpias, ya que si el ratón huele comida en las manos, entonces es probable que muerda.